Restricciones territoriales de oferta para los compradores en los Países Bajos

Recientemente, se ha prestado mucha atención a la diferencia de precios entre los productos de alimentación en los Países Bajos y Alemania. Una de las posibles causas reside en las restricciones territoriales de suministro (TLB), que reducen la libertad de los compradores holandeses para adquirir marcas líderes en otros países de la UE. A petición del Ministerio de Economía y Clima (EZK), Ecorys investigó el impacto de estas restricciones en los compradores holandeses.

Antecedentes

Las restricciones territoriales de suministro (en adelante, TLB) son restricciones que los productores o proveedores imponen a sus clientes. Esto significa que los clientes solo pueden comprar productos dentro de una zona geográfica determinada. Por ejemplo, considere a los distribuidores que no pueden revender fuera de su territorio asignado.

En nuestro estudio, identificamos las restricciones a las que se enfrentan los consumidores neerlandeses. Investigamos en qué grupos de productos y sectores se producen las barreras de entrada y salida (TLB) y en qué medida las enfrentan los compradores. También analizamos otras barreras asociadas a la venta de productos dentro de la UE.

Para este estudio utilizamos una revisión de literatura, una encuesta, entrevistas y análisis legal.

Principales conclusiones

En nuestra encuesta, los minoristas indicaron que podrían comprar sus productos entre un 2 % y un 4 % más baratos si no existieran restricciones territoriales de suministro. Esto representaría una reducción de costes de entre un 5 % y un 20 %. Sin embargo, las grandes diferencias de precio, donde algunos productos holandeses son significativamente más caros que en el extranjero (como en Alemania), tienen una razón diferente. La causa de estas mayores diferencias de precio reside principalmente en los propios supermercados. Esto se debe a que los supermercados cobran precios bajos por ciertos productos para atraer clientes a sus tiendas. Sin embargo, esto significa que estos precios bajos deben compensarse con precios más altos para otros productos.

Entre las posibles soluciones se incluyen trasladar la carga de la prueba del comprador al fabricante o modificar las normas de etiquetado. En cualquier caso, sin embargo, sería necesario modificar la legislación europea.

¿Quiere saber más? Lea nuestro informe completo aquíNuestra investigación también fue mencionada en un episodio de Arjen Lubach.

18 Septiembre 2023

2 min para leer


Expertos clave

Martín van der Ende

Consultor Senior

Yoeri Dijkhof

Consultor